Llegamos
a este 28 de septiembre, Día Internacional por la despenalización
del aborto, con la noticia de la modificación de la ley del aborto
para el próximo mes de octubre y denunciando, asimismo, todas las
medidas a las que nos hemos visto sometidas en los últimos meses
simplemente por el hecho de ser mujeres. Todas ellas no son más que
un reflejo de los intereses del gobierno y la sumisión a las
demandas de los sectores más conservadores de la derecha que, junto
con la Iglesia Católica, pretenden volver a establecer el modelo de
familiar patriarcal tradicional.
Ahora
más que nunca estamos siendo testigos de una de las regresiones más
brutales de la historia contra los derechos de las mujeres. Por ello,
nos vemos obligadas a denunciar esta situación como otra forma más
de violencia patriarcal que nos impone el actual gobierno, y
manifestar nuestra defensa del aborto libre y el derecho a decidir de
las mujeres.
Los
nuevos cambios en la ley, no sólo establecen de facto la primacía
de unos criterios médicos frente a la voluntad de la mujer para
poder decidir libremente, sino también dispone la integridad del
feto sobre los derechos fundamentales de las mujeres. A esto se le
suma la exclusión de lesbianas y mujeres solteras de los
tratamientos de inseminación artificial de la sanidad pública,
obligándoles a mantener relaciones heterosexuales para quedarse
embarazadas y/o casarse para satisfacer los deseos de las ideologías
más conservadoras de este país.
A
todo esto debemos añadir la fórmula que el gobierno quiere llevar a
cabo para contabilizar el número de mujeres víctimas de violencia
machista (que aparta a las mujeres que sufren la discriminación
dentro de su ámbito laboral y/o en otros espacios sociales, así
como la violencia verbal y las violaciones dentro del matrimonio), o
la exclusión de las personas migrantes en situación administrativa
irregular y las paradas de larga duración, las jóvenes mayores de
26 años que no han cotizado lo suficiente, etc. todas ellas
impedidas a la hora de ser atendidas en el sistema sanitario y, por
lo tanto, en obstetricia y en ginecología (forzando
la práctica del aborto en clínicas privadas, y en muchísimas
ocasiones clandestinas).
Por
ello, desde la Unión de Juventudes Comunistas de España exigimos:
- El derecho individual de las mujeres a decidir sobre nuestro cuerpo y sobre nuestras vidas.
- Que la IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) sea libre, accesible y gratuita y, por tanto, sea garantía del sistema sanitario público, sea libre en edad, orientación sexual o situación administrativa y que no se convierta en un lujo para quienes tengan dinero.
- El acceso universal a la sanidad pública y, por lo tanto, a los tratamientos de inseminación artificial sin discriminación por la orientación sexual o estado civil.
Las
decisiones sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas ha de ser un
derecho legítimo de las mujeres. Nos oponemos a acatar decisiones
que nos subyugan, nos rebelamos frente al patriarcado y nos
organizamos frente a sus ataques. Ante esto, nos
sumamos a los actos reivindicativos con motivo del 28 de septiembre.
Unidad
contra sus ataques, feminismo como respuesta.
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