La nueva Reforma Laboral, aprobada en Consejo de Ministros el viernes 10 de Febrero, supone un nuevo paso atrás en materia de derechos laborales y pone de manifiesto la completa subordinación del Gobierno de turno ante las organizaciones empresariales y las instituciones gestoras del capitalismo a nivel internacional.
Los contenidos del Decreto-Ley ahondan aún más en la precarización del mercado laboral, estableciendo principios que merman el poder de incidencia de los sindicatos en las empresas, y que por tanto dificultan aún más que los trabajadores y trabajadoras puedan negociar sus condiciones de trabajo. La primacía de los convenios de empresa sobre los que están a un nivel superior es otro de los puntos clave de esta reforma, y es una de las reivindicaciones históricas de la patronal que se está viendo llevada a la práctica tanto por el actual Gobierno como por el anterior.
Además de esto, se rebajan las indemnizaciones por despido a 33 días en el caso de los despidos improcedentes y a 20 por los procedentes, se crea un nuevo contrato en el que el periodo de prueba es de un año (con despido gratuito), se elimina la necesidad de los permisos administrativos para los EREs, se da más poder a las Empresas de Trabajo Temporal haciendo que puedan funcionar como agencias de colocación y así un largo etcétera.
Tanto esta medidas como el resto que se pretenden implementar hacen que esta Reforma Laboral sea una de las más regresivas y dañinas de la historia para el conjunto de la clase trabajadora, además de no suponer una solución al paro estructural que sufrimos. Con decretos como este no se crean más puestos de trabajo, sino que se abaratan los costes de los que ya existen.
Además de esto, se rebajan las indemnizaciones por despido a 33 días en el caso de los despidos improcedentes y a 20 por los procedentes, se crea un nuevo contrato en el que el periodo de prueba es de un año (con despido gratuito), se elimina la necesidad de los permisos administrativos para los EREs, se da más poder a las Empresas de Trabajo Temporal haciendo que puedan funcionar como agencias de colocación y así un largo etcétera.
Tanto esta medidas como el resto que se pretenden implementar hacen que esta Reforma Laboral sea una de las más regresivas y dañinas de la historia para el conjunto de la clase trabajadora, además de no suponer una solución al paro estructural que sufrimos. Con decretos como este no se crean más puestos de trabajo, sino que se abaratan los costes de los que ya existen.
Por estas razones, desde la UJCE hacemos un llamamiento a la juventud organizada y no organizada trabajadora y estudiantil del conjunto del Estado Español, a participar y apoyar la Huelga General del 29 de Marzo, a unirse a las plataformas y comités de huelga unitarios para un mayor impulso colectivo de la convocatoria. Hay que pasar de la apatía general a la acción colectiva para conseguir que esta Huelga sea un éxito. La Reforma laboral no caerá sola, la derribaremos entre todos.
La Patronal ordena, el Gobierno impone, el 29 de marzo… ¡la JUVENTUD RESPONDE!
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