Son tiempos muy difíciles para la clase trabajadora y su juventud en Castilla y León. La actual crisis estructural del capitalismo está obligando a un número enorme de jóvenes a marcharse en busca de unas mejores condiciones que no suelen ser tal, mientras que los que se quedan ven reducidos continuamente sus derechos laborales y sociales. El capitalismo destruye fuerzas productivas y precariza la mano de obra durante sus crisis de sobreproducción con el objetivo de mantener la tasa de ganancia generando una agudización de la lucha de clases; a costa de mantener los privilegios de los grandes capitalistas se empeoran brutalmente las condiciones de las mayorías trabajadoras. ¿Cómo si no se explica que mientras que 23 personas en la Comunidad Autónoma emigran cada día, Campofrío facture 1300 millones en ventas? ¿O que mientras sólo 9 terratenientes de Castilla y León reciben 300.000 euros, el 70% de los agricultores perciban menos de 5.000 euros para mantener sus pequeñas propiedades? ¿O que mientras que la Administración aporte cerca del 60% de los ingresos de los colegios privados, en 2012 se haya recortado un 22% del presupuesto para becas? ¿O que mientras que el salario bruto medio en Castilla y León fue de 23.640 euros en 2010 para los hombres y de 17.683 para las mujeres, Juan Vicente Herrera tenga un salario de 78.518 euros? Estos y otros muchos ejemplos muestran una evidencia; la existencia real y efectiva de un conflicto irresoluble entre los grandes acumuladores y propietarios de capital y la clase trabajadora. Este es el sistema capitalista en toda su esencia.
En esta crisis, a Castilla y León le toca una de los peores partes del pastel. Las nefastas políticas económicas de corte neoliberal de los últimos treinta años han conducido a una desestructuración del tejido productivo en la minería, la agricultura y la industria en favor de un frágil sector turístico que nunca fue la solución para la economía de la Comunidad Autónoma. Las consecuencias de esta estrategia las observamos hoy día en la juventud: paro, precariedad y emigración como la realidad económica y política de nuestra generación.
Ante esta realidad, la Juventud Comunista en Castilla y León (UJCE-CyL) está decidida a señalar al culpable, el sistema capitalista, y a sus gestores políticos promoviendo una alternativa a este problema, un sistema socialista basado en la propiedad colectiva de los medios de producción y en la participación democrática de todas y todos en su organización.
Es por ello que durante los próximos meses se llevará a cabo en la Comunidad Autónoma la campaña “¿Todavía crees que no hay lucha de clases?” que tendrá como objetivo poner de manifiesto la existencia real de esta lucha de clases a través del análisis de la realidad económica y política de Castilla y León. Esta campaña se desarrollará tanto a nivel autonómico, a través de las redes sociales y la edición de un vídeo de síntesis de las ideas principales de la campaña, como en los colectivos, mediante diversas actividades en torno a la idea de confrontación entre un “ellos”, la clase capitalista, y un “nosotros”, la clase trabajadora.
Vivimos momentos muy duros y no serán los actuales gestores del capital, sean del PSOE o del PP, los que solucionarán esta situación. Es necesaria la unidad de la clase trabajadora y su juventud en torno a un proyecto socialista alternativo al capitalismo que ponga las necesidades del ser humano por encima de la ganancia y la explotación.
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