Nos encontramos en medio de una situación de crisis estructural del capitalismo que está siendo utilizada para recortar en sanidad, en educación y en otros servicios públicos; para atacar nuestros derechos laborales tratando de echar por tierra décadas de luchas y para forzarnos, con cada vez más fuerza, a elegir entre emigración, precariedad o desempleo. Mientras tanto, los grandes empresarios de la mano de los banqueros siguen obteniendo ingentes beneficios, concentrándose la riqueza cada vez en menos manos a la vez que destruyen nuestra tierra para seguir saciando su avaricia.
En este momento los y las jóvenes tenemos la responsabilidad de dar un paso al frente, de la mano del conjunto de los trabajadores y trabajadoras del país y de los que están sufriendo una crisis que no han causado, para decir que ya estamos hartos y que vamos a tomar el destino en nuestras manos. La clase trabajadora y su juventud tenemos la capacidad y la fuerza suficiente para revertir esta situación y pasar a la ofensiva; nosotros somos los que producimos y también nosotros podemos parar la producción. Una nueva Huelga General es necesaria en nuestro país, para pararles los pies a los que están acabando con nuestro futuro.
Este Primero de Mayo, fecha histórica para la clase obrera que homenajea a los Mártires de Chicago, lo encaramos con un lastre muy pesado sobre nuestras espaldas: más de la mitad de los y las jóvenes estamos en paro, miles nos vemos obligados al exilio económico y los que no estamos en esta situación, nos encontramos con un mercado laboral con pocas expectativas de progreso y en el que la precariedad está a la orden del día.
Pero sin embargo, no debemos resignarnos, no debemos dejar que los mismos capitalistas que nos han hundido en la miseria hundan también nuestra voluntad. Ahora más que nunca existen posibilidades de un cambio profundo, ahora más que nunca debemos saber dónde se encuentra el enemigo, señalarlo y acabar con él estando unidos y organizados. Tenemos a los enemigos enfrente, y no son otros más que los monopolios que controlan el Estado y que a través de la Unión Europea nos imponen sus condiciones particulares diciendo que es en beneficio de todos. Esos monopolios tienen nombres y apellidos, son las grandes empresas de este país y que caminan de la mano de las de fuera, son las que nos dicen que en nuestro país hay democracia cuando en realidad es una dictadura de los capitalistas, y que se valen de títeres políticos (PSOE, PP; UPyD, CIU…) para arrancarnos nuestros derechos.
Desde la UJCE creemos que ha llegado el momento de pasar a la acción, de que la juventud no deje la política para el enemigo sino que se organice, que lleve la batalla hasta el centro de trabajo –núcleo del sistema capitalista y en el que tienen reflejo todas sus contradicciones- o estudios, para así forzar un cambio político en nuestro país que culmine con un Proceso Constituyente que nos acerque a la República y al Socialismo.
¡POR LA DEROGACIÓN DE LA REFORMA LABORAL!
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