La Coordinadora Antifascista de Valladolid continuamos con este acto una campaña que ha recorrido diversos barrios obreros de la ciudad extendiendo el mensaje de la convivencia intercultural, de la dignidad laboral y del cambio social.
Hagamos del capitalismo historia
Vivimos una época en la que un sistema capitalista en decadencia intenta perpetuar su existencia a costa de más explotación y menos libertades para las mayorías sociales. El desastre social provocado por las instituciones capitalistas y los gobiernos europeos -sean socialdemócratas o derechistas- que benefician a la banca y las grandes empresas ha llevado al paro a millones de personas, liquidando las perspectivas de futuro y los proyectos de vida de amplios sectores, especialmente de una juventud a la que se le dibuja un negro futuro. Este sistema no sirve, el capitalismo es opresión e injusticia.
Los culpables de la crisis viajan en limusiona, no en patera.
La lógica capitalista -que basa el desarrollo de unos países en el saqueo de la mayoría- es la que condena a millones de personas de los países periféricos a la salida de la migración para buscar una vida digna. Esta campaña quiere ser un soplo de aire fresco que entierre los discursos racistas acomplejados y miserables y saque a la superficie la dignidad de la juventud, de las gentes trabajadoras -independientemente de su origen- que sabemos quienes son los verdaderos culpables que nos han traído a esta situación: los que acumulan sus fortunas a costa del deterioro de las condiciones laborales, de los beneficios fiscales y la corrupción, los organismos que los representan y que pretenden mostrarse como representativos de todos nosotros cuando sólo gobiernan en beneficio de una oligarquía. Ante la corrupción, el descrédito de la política y la falta de perspectivas de futuro, los jóvenes, las gentes trabajadoras tenemos que tomar la palabra, porque somos los que hacemos funcionar esta sociedad, los que creamos la riquezay los valores. Quieren que nos resignemos y nos refugiemos en un falso apoliticismo, para quedar al margen y entregarles a ellos -«los profesionales»- el monopolio de la política para que sigan haciendo y deshaciendo a su antojo. Pero vamos a plantar batalla, no desde las instituciones, tampoco con el voto fácil ante estrechas opciones electorales que sirven a los mismos intereses, sino desde nuestros barrios.El próximo día 22 recuperaremos las calles para que se hagan sentir los vientos del anticapitalismo en nuestra ciudad, esta vez recorriendo las calles del barrio de Delicias con un pasacalles antirracista como expresión cultural y reivindicativa para el cambio social.
Jóven, trabajadora, parado, pensionista, inmigrante, pequeño comerciante, vecino
¡Construyamos barrios vivos y combativos!
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