martes, 23 de octubre de 2012

Análisis de la situación política estudiantil y educativa. Organización Sectorial de Estudiantes (UJCE). Octubre de 2012


Es objeto de este informe el análisis de la situación política estudiantil y educativa a nivel internacional y estatal, de cara a situar a la UJCE y al conjunto del movimiento estudiantil en la fase política en la que vivimos.

Internacional

Comenzamos observando la actualidad de los movimientos estudiantiles que han protagonizados las mayores y más relevantes luchas y movilizaciones en los últimos meses.

Colombia

Con respecto a la realidad política colombiana cabe analizar la movilización estudiantil en Colombia, que surgió a raíz de la presentación del proyecto “Ley 30” que pretendía una reestructuración total de la educación superior, basada fundamentalmente, en la financiación privada y la limitación de nuevas plazas de ingreso.


La respuesta fue contundente y el estudiantado se organizó alrededor de la MANE –Mesa Amplia Nacional Estudiantil- la cual agrupa a todas las organizaciones estudiantiles de carácter nacional, así como a las de carácter regional y, en menor medida asambleas estudiantiles y/o estudiantes a título individual.


Así, después de la presentación oficial de la “Ley 30” en el congreso Colombiano, la MANE, tras varios meses de agitación universitaria y movilización, decide convocar un Paro Indefinido hasta que el gobierno no retire dicha iniciativa. Varios meses de paro en absolutamente todas las universidades del territorio nacional, Juan Manuel Santos –presidente de la República- decidió retirar el proyecto, considerándose esto una victoria decisiva dentro del movimiento.


Pero el movimiento no se ha quedado aquí, tras la reforma a la educación superior, la MANE decide convocar un proceso democrático a nivel nacional de construcción de una “Ley alternativa de educación”. Dicho proceso se está finalizando, y se prevé un nuevo paro nacional para la aprobación de la Ley redactada por toda la comunidad universitaria.


Canadá

Durante los últimos meses hemos asistido en Québec (provincia de Canadá) a uno de los movimientos estudiantiles más amplios y de mayor repercusión de los últimos años.

El causante: la pretensión del gobierno de Québec de un aumento de las tasas universitarias en un 75% (1.625 dólares canadienses) en cinco años (elevado el pasado mes de abril a un 82% en siete años). La respuesta social: movilizaciones estudiantiles durante el último año y medio y el desarrollo de una huelga indefinida que ha tenido lugar desde el 23 de febrero hasta la suspensión del semestre por ley, con un apoyo que ha alcanzado más de 300.000 estudiantes, y la previsión de continuar con la movilización en el comienzo del entrante curso.

Si la táctica usada por el movimiento en las primeras semanas iba dirigida a las administraciones universitarias y provinciales, pronto, los sindicatos estudiantiles impulsaron un giro táctico hacia objetivos estatales públicos y privados. Asimismo, la estrategia por el derecho a la educación y contra la subida de tasas ha estado acompañada por la denuncia a los planes de „austeridad‟, a la deuda y a la represión gubernamental, superando los límites del hecho educativo y extendiendo las movilizaciones a otros sectores con otras reivindicaciones propias, encuadradas todas en la lucha contra los planes del capitalismo neoliberal.

En sintonía con las fuerzas capitalistas de otros Estados del mundo, el gobierno de Québec ha recurrido a la represión política para intentar acabar con un movimiento de esta envergadura. Así, el gobierno provincial ha promulgado una ley especial de emergencia (Ley 78), que impone medidas para impedir el desarrollo de la huelga, como elevadas multas y efectivos encarcelamientos por organizar ciertas actividades o manifestaciones, medidas agravadas para los dirigentes y los sindicatos estudiantiles, etc

Finalmente, el movimiento estudiantil ha sido el protagonista del adelanto electoral al 4 de septiembre, el cambio de gobierno y la paralización posterior de la subida de tasas, lo cual representa sin duda un ejemplo a nivel internacional de que la lucha es el único camino.


Estatal

El inicio del curso académico está marcado por la materialización y el sufrimiento de las principales medidas del RD 14/2012, sobre todo en lo que se refiere a la brutal subida de tasas, a la mayor restricción en el acceso a las becas y al despido masivo de profesorado (más de 7.000 puestos de trabajo). El ‘tasazo’ trae consigo el endeudamiento de una parte importante del estudiantado, así como la exclusión de la educación universitaria de más de 150.000 estudiantes en todo el Estado (entre las que se cuentan aquellas que se ven obligadas a la emigración). Esta exclusión genera un nuevo sector juvenil al cual dirigirse.
Esta subida de las tasas sitúa a las universidades del Estado español entre las más caras de Europa para las estudiantes, sólo por detrás de Portugal, Holanda, Italia, Irlanda y el Reino Unido, y frente a una serie de Estados que o bien mantienen la gratuidad de los estudios universitarios o bien cuentan con unos precios más bajos.

De esta manera, un estudio del Observatorio del Sistema Universitario demuestra que las estudiantes ya pagan entre el 19% y el 20% del coste de sus estudios (el RD 14/2012 permite cualquier aumento entre el 15% y el 25% para la primera matrícula), todo ello sabiendo que el nuevo y erróneo mecanismo de fijación de precios, que remite éstos a "los costes de prestación de servicios", no determina con precisión estos costes ni tampoco de manera homogénea en España, ya que no existe una contabilidad analítica. Por lo que desde la UJCE, hemos de denunciar la falsedad del concepto usado por la instituciones de gobierno de ‘coste real de los estudios’, reclamando la educación como un derecho.

De la lectura del mismo informe se extrae que en comunidades autónomas como Extremadura y la Región de Murcia, con índices de pobreza y de renta per cápita de los más bajos del Estado, son donde las estudiantes pagan más por sus estudios.

Igualmente, este curso está señalado por la aprobación del anteproyecto de nueva ley de educación no universitaria (LOMCE), con graves consecuencias elitistas. Sus principales medidas se concretan en: la reducción del número de asignaturas, especialmente optativas, volviendo a una educación generalista y de contenidos precarios; la separación entre “alumnos FP” y “alumnos Bachillerato” desde 3º de ESO, fomentando la segregación; la recuperación de las reválidas para pasar a la ESO y al Bachilleratro; el establecimiento de ránkings externos que marcan un nivel de calidad mercantilizada; y la introducción de técnicas de gobierno empresarial en los institutos y escuelas.

Asimismo, atendemos a la presentación del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que pretende recortar un 14.4 % en educación para el ejercicio de 2013. Entre estos recortes, cuentan los 50 millones que se eliminarán de las partidas para becas.

Tras las declaraciones del ministro José Ignacio Wert que hablan de “conversaciones muy avanzadas” con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para la creación de un sistema de préstamos para el pago de tasas o del aumento de las tasas en función de la renta familiar, como se aplica en Catalunya, se esconde una clara intención de organizar el endeudamiento estudiantil para el pago de las tasas universitarias.

Muy peligroso resulta el argumento ‘redistributivo’ de la propuesta de aumento de las tasas en función de la renta familiar. Todas tenemos el derecho universal a una educación pública, gratuita y de calidad, y para la redistribución de la renta, las y los comunistas ya defendemos un sistema fiscal progresivo que permita la prestación de unos servicios públicos de calidad y contribuya a una economía planificada.
Movimiento estudiantil y movilizaciones
Surge al inicio del curso, e incluso previamente, en algunos círculos estudiantiles y sindicales, la propuesta de no comenzar el curso académico convocando una huelga indefinida en el sector educativo. Frente a este debate nuestra posición considera la huelga indefinida como la máxima herramienta de movilización a nuestro alcance, por lo que no la tomamos a la ligera, ya que sería un error estratégico permitir el fracaso de este tipo de instrumento movilizador.

Así, es preciso un ámbito estatal de convocatoria, para lo que se requiere de la existencia de un sindicato estudiantil estatal y de un marco unitario de coordinación estatal. Cuestiones estas últimas que diferencian sensiblemente la realidad del Estado español de realidades como Chile, Colombia o Canadá con experiencias cercanas de huelgas indefinidas.

A lo largo del mes de septiembre, se llevan a cabo distintas movilizaciones y protestas en los actos de apertura de inicio de curso de muchas de las universidades públicas. Esta dinámica extendida por las organizaciones estudiantiles pero sin ningún tipo de coordinación estatal, demuestra las ganas de movilización y el aumento de las condiciones subjetivas para la lucha.

Asimismo, se repiten e incrementan los casos represivos del Estado a estas protestas, en universidades como la UPNA, la UJI, la ULPGC o la UMU. Es especialmente grave la situación en la UMU, cuyo rectorado ha llegado a amenazar con la expulsión a todas/os aquellas/os estudiantes que participaron en la suspensión del acto de apertura del curso, entre las que se incluyen militantes de la UJCE.

Consideramos como tareas prioritarias para el movimiento dos grandes eventos políticos para lo que queda de cuatrimestre: las movilizaciones estudiantiles para la semana del 5 al 9 de noviembre, de cara a reforzar la preparación de la huelga general, y el encuentro amplio de la comunidad educativa para los días 23, 24 y 25 de noviembre propuesto por Estudiantes en Movimiento. Este último evento supone un importante reto político que puede llevarnos a la creación de un marco unitario en defensa de la educación pública a nivel estatal, por lo que hemos de lograr que las bases de todo el movimiento confluyan en él y sean agentes protagónicos en la definición de sus contenidos.

Entendemos como necesidad para el conjunto del movimiento estudiantil la comprensión de que la causa de los recortes y ajustes es el propio sistema capitalista y sus gestores. El papel del movimiento es utilizar las condiciones materiales del estudiantado (subida de tasas, mayores requisitos para la obtención de becas, etc.) para elevar progresivamente el nivel de conciencia de cara a la apuesta por un proceso constituyente como línea de ruptura con la política dictada por la patronal española y la troika europea. Proceso constituyente también en el ámbito educativo que pueda poner fin al marco neoliberal de destrucción de lo público y definir un modelo de educación al servicio de la comunidad educativa y los sectores populares.
"Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro."

(Ernesto Che Guevara)

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