Si algo distingue a la huelga general del 14-N de las jornadas de protesta de septiembre de 2010 y del pasado mes de marzo es que en Valladolid está siendo mucho más 'visible'. Convencidos en esta ocasión de que la industria para o trabaja, independientemente de la presencia de unos piquetes a los que la Policía no quita ojo, los sindicatos convocantes de la protesta han optado esta vez por trasladar su actividad informativa y de presión a las calles de la ciudad -al centro y también a los barrios-, a entorpecer el tráfico rodado y a asegurarse el cierre de las tiendas. Y los comerciantes, que tal como están las cosas pasan muchos días esperando infructuosamente la llegada de algún consumidor, optaron en no pocos casos por dejar la persiana bajada y pasar a ser contabilizados como huelguistas.
Cerca de un millar de sindicalistas han recorrido desde primeras horas de la mañana el centro de Valladolid para promover el cierre total del comercio, objetivo que han logrado de forma mayoritaria. Distintos piquetes han partido desde los barrios de La Rubia, Delicias, La Victoria y Rondilla para confluir en el Paseo de Zorrilla y desembocar en la Plaza de España, desde donde han ido peinando el centro de la ciudad.
La principal nota diferenciadora de la huelga general desde primera hora de la mañana, en el caso de Valladolid, ha sido el caos de tráfico provocado por los cortes de las calzadas que han llevado a cabo grupos de personas convocadas por los sindicatos. Los atascos han sido continuos y monumentales en las calles vallisoletanas y la circulación se ha convertido en una pesadilla para los automovilistas. En uno u otro momento han sido bloqueadas vías como la avenida de Salamanca, el paseo de Isabel La Católica, la avenida de Gijón, la calle Mirabel (lo que ha complicado el acceso a los negocios de la avenida de Burgos), el paseo Zorrilla en el Matadero (lo que ha bloqueado el polígono de Argales), así como el paseo Juan Carlos I, el cruce subterráneo de San Isidro, etcétera.
Además, el transporte público de Valladolid es el sector más afectado por la huelga general, ya que la jornada coincide con el inicio del paro indefinido convocado por el comité de empresa de Auvasa en protesta por la reducción de salarios y el incumplimiento del convenio. La estación de ferrocarril del Campo Grande se ha tornado en lugar fantasmal, después de que Renfe haya cancelado la circulación de todos los trenes de la comunidad autónoma. También en Villanubla, Air Nostrum ha suspendido sus dos vuelos previstos. Mientras, en la estación de autobuses, solo funcionan los servicios mínimos
Solo tres camiones han entrado de madrugada en el Mercado Central (Mercaolid), donde la actividad ha sido nula, según fuentes del centro logístico, que han apreciado menor actividad que en la anterior huelga del 29 de marzo. Ningún comerciante se ha acercado a adquirir productos y los camiones que accedieron lo hicieron antes de la medianoche, para evitar a los piquetes. En Renault, la producción se ha paralizado por completo en en turno de mañana de la factoría de Carrocería-Montaje de Valladolid (también en la de Palencia), pero no así en la de Motores, donde se ha trabajado con normalidad, según han informado fuentes de la compañía.
Mucho más éxito ha tenido la convocatoria de paro en el caso de la planta de Iveco, donde apenas una veintena de trabajadores han acudido a sus puestos, incluidos los de servicios mínimos, con lo que el seguimiento ha superado el 93%, según fuentes sindicales.
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