lunes, 12 de noviembre de 2012

Ante los ataques del capital, la juventud castellana y leonesa unida el 14-N





El pasado 9 de noviembre nos levantábamos con la noticia del suicidio de Amaia Egaña en Barakaldo, al no poder hacer frente a sus deudas y ante el desalojo de su propia casa. El caso de Amaia no es único; ya en nuestro país se han registrado varios suicidios relacionados con desalojos inminentes y en Grecia, uno de los países cuya clase trabajadora ha sido de las más golpeadas por las políticas neoliberales impuestas por la troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea), sólo en los primeros meses de 2012 se han suicidado cerca de 150 personas por no poder hacer frente a las deudas impuestas por la alianza del gobierno y los bancos.

Estas muertes son sólo la punta del iceberg, el extremo de las durísimas condiciones a las que se ve sometida el conjunto de la clase trabajadora y la juventud de Europa y de nuestro país. Los que han perdido su trabajo, casi un 25% del total de la población y cerca del 53% de los y las jóvenes, se ven obligados a la emigración o a vivir en condiciones cada vez más miserables ante la falta de expectativas de empleo. Los que lo tienen observan como la alianza del gobierno y el capital estructura un marco laboral cada vez más precario, con menos derechos y condiciones más duras, engañando a la población bajo el mensaje de que hay que solucionar una crisis creada por ella entre nosotros y nosotras. La realidad es que sólo la clase trabajadora está pagando por ella, mientras las grandes y medianas empresas se benefician de leyes laborales hechas por y para ellas. No es de extrañar que ahora la CEOE, con Juan Rosell a la cabeza, ataque demagógicamente a las instituciones de sanidad, educación y política pública, único bastión antes de la privatización completa de la economía del país.

Castilla y León es una de las regiones más golpeadas por una crisis que está condenando a la juventud a la emigración. La falta de recursos económicos propios y la falta de inversión pública en los que ya hay, como la minería, la ganadería o la industria alimentacia, o los que potencialmente puede haber, como los servicios públicos, hace de nuestra región un blanco fácil para la privatización y la imposición de recortes. La juventud ha sido uno de los más afectados por estas políticas; más de un 45% están en paro, afectando especialmente a las mujeres (un 53,7% en paro) y a los migrantes (más de un tercio no tienen trabajo. También la educación de Castilla y León está sufriendo enormes ataques por parte del capital; este año las tasas universitarias han aumentado un 66% y, como han denunciado los sindicatos, se han reducido las plantillas de profesores concentrando el número de alumnos por cada clase, lo que es un claro ataque a la calidad de la educación en sus primeras etapas y hacia una mercantilización y elitización en la formación superior.

Todos estos ataques a la clase trabajadora forman parte de un programa neoliberal de degradación de lo público a favor de lo privado, cuyos gestores son los diferentes gobiernos y sus aliados (PPSOE, Ciu, PNV…) y cuya causa no es otra que salvaguardar el sistema capitalista ante una de sus más importantes crisis mundiales.

Es hora de una respuesta contundente por parte de la clase trabajadora unida, la clase trabajadora de Castilla y León, de España, de Europa y del mundo. La huelga del 14-N debe servir como herramienta de lucha contra las reformas neoliberales del gobierno, obligándoles a retroceder en la aplicación de sus leyes abusivas mediante el paro de la producción, que es lo que realmente les duele a gobiernos y empresarios. Pero también la huelga debe servir como forma de unir a toda la clase trabajadora, acumulando fuerza y poder para actuar sobre la economía y redirigirla no hacia el beneficio empresarial, lo privado y la explotación, sino hacia lo social, lo público y la libertad de decisión.

Llamamos a toda la juventud trabajadora y estudiantil a unirse en la lucha del 14 de noviembre bajo la consigna de que hay que parar a la troika (Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea) verdaderos responsables de la imposición de estas medidas antipopulares que sólo benefician a los grandes monopolios. Debemos ser parte activa en la conquista de un futuro que nos están negando. El 14-N, toda la juventud a la calle.

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