jueves, 6 de diciembre de 2012

6 de diciembre: Nada que celebrar.


Para la UJCE este 6 de diciembre es un día más de lucha contra las agresiones del sistema capitalista que, en la situación económica actual, se respalda tras la excusa de la crisis para hundir más la clase trabajadora, con el único objetivo de seguir obteniendo y maximizando sus beneficios.
En el caso español este sistema está fuertemente blindado por la Constitución de 1978. Una constitución que sustenta una monarquía corrupta herencia directa del franquismo y en conexión con los grandes capitalistas, propia de una transición bajo tutela de los militares fascistas, y en la que no participamos los menores de 55 años ni siquiera bajo estas condiciones de coacción del fascismo aún en el poder. Una contitución obsoleta, que no reconoce la unión entre personas del mismo sexo, agotada y modificada al gusto de los mercados por el PPSOE en la reforma de 2011 para priorizar el gasto de la deuda privada frente al gasto público en educación, sanidad, y seguridad social.
En definitiva, una constitución ineficaz para el conjunto de la clase trabajadora, pues bajo las condiciones capitalistas incluso los derechos conquistados han sido convertidos en papel mojado por el régimen.
Mientras nos amenazan con EREs y con que superaremos los 6 millones de parados y paradas, las grandes empresas y multinacionales siguen obteniendo y ampliando sus beneficios. Del mismo modo, miles de personas están siendo desahuciadas de sus hogares diariamente por los mismos agentes que reciben centenares de miles de millones de euros de dinero público por parte de los sucesivos gobiernos del PPSOE.
De la misma manera, continúan las agresiones con profundos recortes en sanidad y educación, que ascienden a los 10.000 millones de euros, mientras se reduce de manera testimonial la asignación presupuestaria a la Casa Real o a la Iglesia.
Por todo ello, desde la UJCE afirmamos que el modelo político-económico actual se encuentra profundamente agotado y llamamos al conjunto de la juventud a luchar por la apertura de un proceso constituyente transparente y participativo que nos lleve a la III República como vía al Socialismo. No renunciamos a garantías básicas como la negativa del pago a la deuda ilegítima, la expropiación de la banca y los grandes monopolios, la lucha real y efectiva por la igualdad entre hombres y mujeres, los servicios públicos universales en sanidad y educación, o el derecho de autodeterminación de los pueblos. No renunciamos, en fefinitiva, a conquistar una auténtica democracia.
En ese sentido, en pleno proceso de acumulación de fuerzas, defendemos la articulación de los diferentes frentes que se abren contra los recortes, yendo más allá de las reivindicaciones sectoriales, señalando el origen de los problemas de la clase trabajadora para cortar de raíz toda la posibilidad de explotación del ser humano por el propio ser humano.
Este 6 de diciembre no hay nada que celebrar.

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