El ministro de Guindos acaba de anunciar la inyección de fondos públicos a la banca resultante de la fusión de Caja Duero y Caja España (Ceiss) una vez se apruebe el rescate financiero a España. Esta inyección llega después de que se haya detectado que esta banca tenía unas necesidades de capital de 2063 millones de euros a pesar de que en junio de este año habían anunciado unos ingresos netos de 28,8 millones de euros.
Aún más, la entidad ya había recibido en el pasado 525 millones de euros de capital público. Esta operación será aprobada, presumiblemente, el próximo 20 de diciembre por Joaquín Almunia, antiguo Secretario General del PSOE, quién hipócritamente fue uno de los benefactores de la especulación inmobiliaria causante de la actual situación.
Como ya nos tienen acostumbrados a los trabajadores y trabajadoras, los gestores del capital en el gobierno se han lanzado rápidamente a rescatar a aquellos que han provocado la situación de crisis actual pero que sólo parece beneficiarles. Hay que recordar que Caja Duero-Caja España es una de las bancas más implicadas en la burbuja inmobiliaria, los datos muestran que acumula cerca de 3200 millones en créditos dudosos ligados a la construcción y que posee más de 1200 millones de euros en edificios y suelos para promoción inmobiliaria.
Esta inyección de dinero público, como otras tantas, han sido denominados por la prensa burguesa como “nacionalización”, tratando de engañar a la población. En este caso lo que se va a hacer es una socialización de las pérdidas tras años de privatización de los beneficios, otorgando dinero público generado a través de los impuestos de todos y todas para “limpiar” el dinero privado ensuciado con la especulación inmobiliaria que el mismo gobierno les ha permitido.
Esta situación perjudica especialmente a la clase trabajadora de Castilla y León, ya que Caja Duero es una de las entidades más fuertes en la Comunidad Autónoma con miles de empleados y empleadas, quienes verán peligrar sus puestos de trabajo con la reestructuración que seguirá al rescate del gobierno a la banca privada. La cosa se complica aún más, ya que esta entidad estaba en trámites de fusión con Unicaja, que, paradójicamente, supondría un beneficio de 128 millones de euros para Caja Duero-Caja España. Una fusión de la que hacen depender el empleo de 1502 personas, mostrando así la precariedad a la que se ve sometida la clase trabajadora de Castilla y León y en el conjunto de las distintas nacionalidades y regiones del Estado.
De nuevo observamos la estrategia de los capitalistas y sus gestores en el gobierno para continuar acumulando dinero y beneficios a costa de inyectar un dinero público que pertenece a todos y todas para sanear un dinero exclusivamente privado y a costa de la clase trabajadora. La crisis estructural del sistema está dejando sin estrategias de acumulación de capital a empresarios y bancos, por lo que se ven obligados a llamar en su ayuda al Estado público que ellos mismos controlan; el caso de Caja Duero-Caja España lo demuestra.
La Juventud Comunista de Castilla y León nos oponemos firmemente a esta falsa nacionalización que sólo perjudicará a la clase trabajadora. No debemos dejarnos engañar por estas falsas “nacionalizaciones”, pues sólo suponen el beneficio de los bancos en contra de los intereses de los trabajadores y las trabajadoras. Debemos tomar consciencia de la situación y evitar más desfalcos y engaños. La alternativa es la nacionalización del sector financiero con el fin de gestionar los movimientos de capital bajo el control de las trabajadoras y los trabajadores. Esto no es posible sino con la nacionalización de los sectores productivos estratégicos para el país: industria, energía y telecomunicaciones. Sólo una alternativa socialista al capitalismo podrá evitar el dominio de unos pocos empresarios y banqueros sobre las mayorías trabajadoras y solucionar así la situación de paro, precariedad y despoblación a la que someten a Castilla y León.
NO AL RESCATE DE LOS BANCOS PRIVADOS CON DINERO PÚBLICO
POR LA NACIONALIZACIÓN DE LA BANCA
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