Pese a su dependencia de organismos autonómicos, el problema que asola a los bomberos forestales de todo el Estado es similar. La precarización laboral, el no reconocimiento de su categoría profesional y la reducción de personal son hechos que han estado minando sus condiciones de trabajo. Condiciones que desde la firma del contrato, con carácter fijo-discontinuo y como simples peones medioambientales e incluso de obra, marcan a fuego la realidad precaria de su función. Una merma en las condiciones y en el número de trabajadores/as empleados/as en el sector que, además, ha incidido en la extensión y aumento, en la falta de control y en las dimensiones de la tragedia medioambiental que suponen los incendios cada año.
A todo esto, se suman los movimientos de diversas comunidades autónomas , como por ejemplo en Castilla-La Mancha, para privatizar las empresas públicas bajo las que trabajan. Un intento más de generar beneficios a costa de la vida de los/as trabajadores/as.
Por eso, desde la Juventud Comunista llamamos a la participación de todos los trabajadores/as y apoyamos la marcha que tendrá lugar el día 1 de marzo, así como las acciones que en adelante convoquen.
¡Pongamos fin a los incendios poniendo fin a la precariedad!
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